BIOESTIMULACIÓN FACIAL
Prevención de arrugas
Prevención de arrugas
La bioestimulación facial es una técnica de inyecciones múltiples de diferentes medicamentos a nivel dérmico, con el fin de colocar la medicación directamente en la zona afectada consiguiendo los máximos beneficios.
Se utiliza principalmente por sus efectos antiaging, en la prevención de arrugas, prevención y tratamiento de la flacidez, como antirradicales libres, para hidratar, regenerar, nutrir, y como lipolítica para el tratamiento de la papada. Asimismo ayuda en el tratamiento del acné y de la cicatrices en general.
Con esta técnica podemos conseguir mejorar la elasticidad de la piel, hidratar, nutrir e iluminar el rostro de una forma completamente natural. Aunque no se utiliza para eliminar ni rellenar arrugas los beneficios mejoran el aspecto de las mismas.
La aplicación de plasma rico en factores de crecimiento es una de las tecnologías biomédicas más novedosas para recuperar los tejidos afectados por lesiones, además de estimular la capacidad regenerativa de nuestro organismo.
Los factores de crecimiento son pequeños fragmentos proteicos biológicamente activos que pertenecen al grupo de las citoquinas.
Los pueden producir y almacenar células como las plaquetas y otras; éste es el fundamento de obtener un Plasma rico en Plaquetas y de ellas extraer los factores de crecimiento los que se comportan como mediadores biológicos.
Los Factores de Crecimiento Epidérmicos actúan regenerando la piel y estimulando la formación de nuevo colágeno, lo que se traduce en una piel más tensa, con menos imperfecciones, con arrugas menos profundas, hidratada, suave y luminosa.
Para la obtención del plasma rico en factores de crecimiento se realiza una extracción de sangre del propio paciente y se separan las fracciones plasmáticas mediante centrifugación. A continuación, se inyecta el “plasma rico en factores en plaquetas” (previamente desgranuladas con la consiguiente obtención de los factores de crecimiento) con mesoterapia en las zonas a tratar, logrando acelerar y estimular la regeneración de los tejidos.
Los resultados se empiezan a apreciar a partir de la primera semana, son progresivos y tienen su auge aproximadamente a los tres meses, que es el tiempo que tarda normalmente en sintetizarse el propio colágeno.
La piel se verá más turgente y lisa con menos imperfecciones, iluminada e hidratada desde el interior, y lo más importante, de forma totalmente natural