Los tatuajes se crean inyectando pigmentos de color en pequeños agujeros realizados en la piel. Independientemente de la experiencia y de la formación de quién inyecte el pigmento, las marcas o el dibujo son relativamente permanentes.
Actualmente con el tratamiento láser se logra eliminar los tatuajes.
Este procedimiento actúa sobre el pigmento sin causar daño en la piel y evita cicatrices y marcas.
Así como para la creación de los tatuajes se necesitan varias sesiones, también se las requiere para la eliminación de los mismos.
En general, suelen requerir entre 6 y 8 sesiones espaciadas cada 6 semanas, pero dependerá de las características en cuanto a coloración y tamaño del tatuaje y al tono de piel, la cantidad de sesiones que serán necesarias.