ENTREVISTA DR. RAFAEL SPAGNUOLO:
Ya existe una alternativa real a la cirugía estética para acabar con la grasa y la flacidez
Doctor Rafael Spagnuolo, especialista en Medicina Estética de Admira Clínica
“Ya existe una alternativa real a la cirugía estética para acabar con la grasa y la flacidez”
Acabar con la grasa localizada y la flacidez lleva a muchos pacientes a las consultas de estética. Se han desarrollado variadas técnicas pero ninguna consigue efectos a largo plazo como una cirugía. Sin embargo, algunos profesionales ya trabajan con una alternativa “real” a la quirúrgica, explica el doctor Rafael Spagnuolo, especialista en Medicina Estética de Admira Médica.
¿Qué arsenal terapéutico existe para acabar con la grasa localizada y con la flacidez a largo plazo?
Hay muchísimas técnicas funcionales pero para resultados a largo plazo existe una alternativa real a cirugías convencionales que los profesionales adoptan cada vez más, con aplicaciones para la remodelación corporal y lifting de la piel, con mínima intervención y tiempo de recuperación.
¿En qué consiste?
La tecnología Endolift se realiza con un láser de diodo de alta potencia no quirúrgico que transmite energía bajo la piel usando fibras ópticas de sílice ultrafinas, desde 200 micras (como un pelo) para las bolsas de los párpados hasta 1000 micras, dependiendo del grosor de la piel. Licúan la grasa, la transforman en aceite y el cuerpo la reabsorbe. En algunos casos, se retira con jeringa. Luego, cambiando de plano, transmite energía para inducir la formación de colágeno y tensar la piel, realizando un efecto lifting.
¿Qué siente el paciente?
Se hace bajo anestesia local. Puede retomar sus actividades casi inmediatamente. No hay suturas, quemaduras ni heridas, porque las fibras son anticoagulantes y no hay riesgo de sangrado o hematomas. Es menos agresivo que otros protocolos, por lo que es muy atractivo.
¿Cuándo se ven los resultados?
La eliminación de la grasa es visible de inmediato pero el tensado de la piel requiere de la formación de nuevo colágeno y los resultados no se consideran definitivos hasta los dos meses.
¿Cuántas sesiones exige?
Es un tratamiento casi artesanal. Exige gran conocimiento de la anatomía y dosificar adecuadamente la energía. Las sesiones dependen de que estemos acertados en el protocolo, de cómo reaccione el paciente según su genética y su piel, y de la atención al post tratamiento.
Los efectos de otros tratamientos de rejuvenecimiento solo duran meses. ¿Qué es diferente en este caso?
La duración la estamos experimentando en base a nuestra experiencia. Colegas italianos fundaron el sistema hace cinco años y nosotros llevamos cuatro aplicándolo y los pacientes del principio están iguales. Tras eliminar la grasa, el tejido se compacta y se fibrosa, y esa fibrosis es duradera por años. También trabaja sobre las estructuras de los ligamentos que provocan la flacidez y el tensado de esa retícula perdura. Eso lo convierte en una alternativa real y cada vez más elegida frente a cirugías. Como formador internacional de esta técnica, casi todos los cursos que doy son para cirujanos plásticos, que están adoptando este sistema. Es casi una revolución porque, aunque están saliendo alternativas y otros lipoláser, este está marcando la tendencia mundial.
¿Hay un paciente ideal?
Hemos trabajado con 600 pacientes y no lo hay, cualquiera puede beneficiarse. Pensábamos que quizá tendríamos problemas en pacientes por encima de 60 años por su menor capacidad para producir colágeno. Pero hemos tenido un caso de una mujer de 68 años. En dos sesiones hemos conseguido un tensado facial como si tuviera 45 años.
